Burdeos, una ciudad repleta de puertas que abren paso a una arquitectura muy especial, algunas de ellas parecen mini palacios sacados de un cuento de hadas.
El río Garonne acompaña a la ciudad en gran parte de su recorrido, trayecto caracterizado por dar entrada a una zona de fantásticas bodegas. Hacer una cata de vino en este entorno idílico es una gran experiencia.
Imprescindible pasear por la ciudad, perderse entre sus calles y qué mejor manera de descubrirla que jugando a Enigmas Tour Burdeos. No os vayáis de la ciudad sin probar una crepe, las ostras y hasta un canelé, el dulce típico de Burdeos.